29 junio, 2022
Redactado por Sora

¿La experiencia es tan importante para las escorts?

experiencia-escorts-importancia

Cuando hablamos de prostitución, muchas veces cuidamos nuestras palabras de más o incluso dejamos que los demás hablen mientras escuchamos. Porque este tema sigue siendo peliagudo, y por mucho tiempo que pase, el tabú seguirá ahí, curiosamente, como el propio oficio. Las prostitutas ya existían hace siglos y siguen existiendo hoy en día, aunque muchos intenten taparlas o apartarlas allí donde no “molesten”. Ya en las antiguas civilizaciones occidentales se las consideraba un “mal necesario”. Mujeres descaradas que llevaban a cabo un trabajo deshonroso pero necesario para saciar los instintos animales de los hombres. Algunas llegaron a ser respetadas, pero la opinión general sobre ellas no era precisamente buena. Siglos más tarde, las cosas no han cambiado demasiado, a pesar de los intentos en estos últimos años de regularizar la situación de millones de mujeres en todo el mundo. Para muchos, prostitución sigue siendo sinónimo de pecado, de explotación e incluso de abusos sexuales.

Esa visión está bastante generalizada, pero no es del todo cierta si nos acercamos al problema de raíz. Muchas chicas jóvenes, de hecho, están comenzando ahora a realizar todo tipo de servicios sexuales, como una alternativa para ganar dinero rápido y fácil. Son chicas inteligentes, con estudios, que en muchos casos buscan algo más que el propio dinero. La mentalidad sexual más abierta de estos tiempos ha facilitado que hoy por hoy, algunas chicas decidan convertirse en escorts. Pero el estigma sigue existiendo y pesará sobre ellas durante el resto de sus vidas, porque de algo así es muy complicado escapar. La sociedad sigue mirando con recelo a las mujeres que han tomado la decisión de convertirse en escorts, sin ser forzadas a ello. No se entiende que hoy por hoy haya todavía chicas que deseen convertirse en trabajadoras sexuales, pero es una opción como cualquier otra, incluso regularizada en algunos países. Se debe perseguir la trata de mujeres, los abusos y la explotación, pero no impedir que una chica pueda hacer lo que quiera con su cuerpo, siempre sin coacciones. En medio de esta polémica, muchos son los que también discuten sobre la cualidad más importante que una escort debe tener. Ellas lo tienen claro: la experiencia es lo que les permite sobresalir.

Un trabajo muy peculiar

sexualidad-experiencia-escorts

Estamos tratando un oficio que, desde luego, no es como los demás. El factor sexual se impone sobre cualquier otra consideración que podamos mantener al hablar de prostitución. Y es que en la base de este negocio está precisamente el placer sexual, y es esa entrega lo que lo marca todo. No es, ni mucho menos, el trabajo más peculiar que encontraremos estos días, pero sí que tiene su punto diferenciador en el sentido de la experiencia. Porque en cualquier oficio, el aprendizaje es imprescindible para poder generar esa confianza y esa experiencia que nos llevará a ser mejores. Un carpintero alcanza su punto máximo de perfección cuando lleva décadas trabajando, no al principio, cuando todavía está aprendiendo. ¿Ocurre lo mismo en el sexo profesional? Aquí hay otros factores que también marcan la diferencia.

Escorts con muchos servicios disponibles

Cuando una chica se inicia en el mundo del sexo profesional lo hace por muchos motivos, pero principalmente, el económico es el más importante. Es por eso que este trabajo se toma como tal, aunque irónicamente, la mayoría ya tiene experiencia previa en él. Incluso las chicas más jóvenes que se inician con solo 18 años han probado anteriormente el sexo, de forma natural. Saben que es algo que les gusta, e incluso que se les da bien, así que podrán vivir de ello. Esa experiencia previa, es cierto, se queda corta para considerarse ya una profesional desde el primer momento. Pero sirve como avanzadilla, como primera toma de contacto, y en algunos casos es imprescindible para entrar con buen pie en este negocio y seguir aprendiendo y avanzando.

Cuando una escort va cogiendo más experiencia, realizando más servicios, todo se vuelve mucho más intenso. Tener un buen repertorio es vital para destacar también entre las demás chicas y ofrecer algo diferente que los hombres encuentren atractivo y excitante. De igual manera que otros profesionales ofrecen muchas fórmulas para adaptarse a las necesidades de los clientes, las escorts deben aprender un buen número de servicios diferentes. Desde masajes hasta posturas, fantasías e incluso cosas algo más intensas y prohibidas, como el sadomasoquismo. Adaptarse de esa manera a lo que los clientes necesitan es un buen reclamo y hablar muy bien de esa experiencia que se ha ido consiguiendo. Si la chica sigue con los mismos servicios dos años después de iniciarse como escort es que algo va mal en su trayectoria.

La práctica hace al maestro

tener-experiencia-sexo-escort

Y es que la experiencia es un punto imprescindible en el trabajo de cualquier persona porque es lo que nos permite, de hecho, conseguir la maestría. Es algo que funciona con prácticamente todos los oficios, y que se debe unir al talento natural que uno tenga. Cualquier chica guapa y sensual puede iniciarse como amante profesional buscando llegar lejos con esos servicios que ofrece, pero si no tiene también esa pasión que la hace ir más allá, su futuro en el negocio no estará tan claro. Será necesario practicar mucho para controlar realmente cada situación, cada encuentro, cada ardiente e intensa conexión con los clientes. Y esto solo lo da la práctica, nos guste más o menos. Eso no quita que una chica joven también pueda ser una buena escort, porque de hecho las hay. Tienen un talento natural para el sexo, saben conectar muy bien con los clientes y aprenden rápido. Todo eso cuenta para alcanzar ese nivel que los clientes buscan en una amante de lujo.

Veteranas vs novatas

Y así entramos en el eterno debate sobre si son mejores las chicas veteranas o las más jóvenes, a la hora de contratar a una escort. Esto va por gustos, como todo lo demás, y habrá clientes que por más razones que se les den, siempre acabarán eligiendo a una madurita, porque es lo que más les gusta. De hecho, las mujeres más veteranas cuentan con esa clara ventaja de experiencia que les permita acceder a una mayor cantidad de servicios y ofrecerlos con una clara maestría. Al contar con más experiencia son capaces de adaptarse mejor a cada cliente y entregarse de una manera más personalizada, logrando que ellos disfruten a lo grande. Eso sí, para muchos, les falta la intensidad que una jovencita puede ofrecer de forma mucho más natural.

Y es que las jóvenes tal vez no cuenten con tanta experiencia, por razones obvias, pero sí son capaces de implicarse con una fuerza y una pasión que difícilmente se ve en las maduras. Por el propio hecho de tener más vitalidad, cuerpos más lozanos, mucha más intensidad a la hora de darlo todo en el placer… Las novatas cuentan también con una chispa especial de pasión que les hace probar cosas nuevas y querer aprenderlo todo sobre el sexo en cada momento. Así es como se implican a lo grande con los clientes, en busca precisamente de esa experiencia que necesitan para alcanzar la maestría que otras ya tienen. En el punto medio está el equilibrio, y seguramente una chica joven pero con cierta experiencia sería la mejor opción.